domingo, 8 de julio de 2012

Biografias de los principales personajes de la independencia


I n i c i o :

 M i g u e l   H i d a l g o   y   C o s t i l l a

D e   c l a s e   s o c i a l   m e d i a   b a j a

 E s t u d i ó  e n   e l   c o l e g i o   d e   S a n   N i c o l á s ,   V a l l a d o l i d   ( a c t u a l   M o r e l i a )   e l   á r e a   d e   f i l o s o f í a   y 
 t e o l o g í a .  

 F u e   r e c t o r   d e l   C o l e g i o   d e   S a n   N i c o l á s   y   c u r a   d e   D o l o r e s   e n   G u a n a j u a t o

 L o   q u e   l o   m o t i v o   a l   m o v i m i e n t o   r e v o l u c i o n a r i o   f u e   l a   h u m i l l a n t e   y   v e r g o n z o s a   s u j e c i ó n   a   l a   P e n í n s u l a ,   q u e   s e   h a b í a   d e s p o j a d o   a   l a   N a c i ó n   M e x i c a n a   d e   d e r e c h o s   s a c r o s a n t o s  
e  i m p r e s c i n d i b l e s

 F u e   q u i e n   d i o   i n i c i o   a   l a   r e v o l u c i ó n

  

(Miguel Hidalgo y Costilla; San Diego Corralejo, Guanajuato, 1753 - Chihuahua, 1811) Patriota mexicano conocido también con el sobrenombre de El cura Hidalgo. Considerado como el padre de la patria mexicana, fue el iniciador de la lucha por la independencia.
Hijo segundo de don Cristóbal Hidalgo y Costilla, administrador de la hacienda de San Diego Corralejo, y de doña Ana María Gallaga Mandarte, tuvo tres hermanos. A los 12 años marchó a la ciudad mexicana de Valladolid (actual Morelia), donde realizó sus estudios en el Colegio de San Nicolás. Ya bachiller en 1770, marchó a al ciudad de México para cursar estudios superiores.
En 1773 se graduó como bachiller en filosofía y teología, y obtuvo por oposición una cátedra en el mismo Colegio de San Nicolás. Durante los años siguientes realizó una brillante carrera académica que culminó en 1790, cuando fue nombrado rector del Colegio de San Nicolás. En 1778 fue ordenado sacerdote; al recibir las órdenes sagradas ocupó varias parroquias, hasta que a la muerte de su hermano Joaquín, en 1803, lo sustituyó como cura de Dolores, en Guanajuato.
Hombre muy culto y profundo conocedor de las ideas de la Ilustración, las puso en práctica entre sus feligreses, en su mayoría indígenas, en el intento de mejorar sus condiciones económicas y de vida. Para ello les enseñó a cultivar viñedos, criar abejas y dirigir pequeñas industrias, lo que le valió el apoyo incondicional de sus feligreses.
En 1808, la invasión a España por las tropas napoleónicas y la consiguiente deposición de su monarca Carlos IV, y de su hijo Fernando VII, generaron gran oposición tanto en España como en América. Surgieron entonces numerosos grupos de intelectuales que discutían en torno a los problemas de la soberanía y la forma de gobernarse. En 1809 Hidalgo se unió a una de esas sociedades secretas, formada en Valladolid, cuyo fin era reunir un congreso para gobernar el Virreinato de Nueva España en nombre del rey Fernando VII, que en ese momento se encontraba preso de Napoleón, y en último caso lograr la independencia.
Los conjurados planeaban levantarse en armas contra el virrey de Nueva España el primero de octubre de 1810, pero fueron descubiertos a mediados de septiembre. Hidalgo y algunos otros conspiradores lograron ponerse a salvo gracias al aviso de Josefa Ortiz de Domínguez y se trasladaron a Querétaro, donde Hidalgo se reunió con Ignacio Allende.
El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo enarboló un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, en el que se podía leer: "Viva la religión. Viva nuestra madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América y muera el mal gobierno". Hidalgo lanzaba así el llamado Grito de Dolores, que supuso el inicio de la revuelta; junto con Allende, consiguió reunir un ejército formado por más de 40.000 miembros.
El 21 de septiembre, el ejército de Hidalgo y Allende capturó Celaya, por lo que Hidalgo fue nombrado capitán general del Ejército Libertador e Ignacio Allende fue ascendido a teniente general. El obispo electo de Michoacán publicó un edicto el 24 de septiembre en el que eran excomulgados Hidalgo, Allende, Aldama y Abasolo. Seguidamente tomó las ciudades de Salamanca, Irapuato y Silao, hasta llegar a Guanajuato.
El 17 de noviembre Hidalgo se encaminó hacia Valladolid con siete mil hombres de caballería y doscientos cuarenta infantes, todos mal armados, entrando el 26 en Guadalajara, pero no logró llegar a la ciudad de México. En Guadalajara, Hidalgo expidió una declaración de independencia y formó un gobierno provisional; además decretó la abolición de la esclavitud, la supresión de los tributos pagados por los indígenas a la Corona y la restitución de las tierras usurpadas por las haciendas. A finales de año había perdido ya Guanajuato y Valladolid.
El 11 de enero de 1811 fue derrotado cerca de Guadalajara por un contingente de soldados realistas. Hidalgo huyó hacia Aguascalientes y Zacatecas, con la intención de llegar a Estados Unidos para buscar apoyos a su causa, pero fue traicionado por Ignacio Elizondo y capturado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de mayo de 1811. Conducido a Chihuahua, Hidalgo fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte. Lo degradaron como sacerdote y lo fusilaron en la mañana del 30 de julio de 1811. Su cabeza, junto con la de Allende y otros insurgentes, se exhibió como castigo en la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.

 J o s e f a   O r t í z   d e   D o m i n g u e z
D e   c l a s e   m e d i a

 E s t u d i o   e n   e l   c o l e g i o   d e   l a s   V i z c a í n a s ,   a l l í   a p r e n d i ó   a   l e e r ,   e s c r i b i r ,   n o c i o n e s   b á s i c a s   d e   l a s   m a t e m á t i c a s  

 S u   p a d r e   J u a n   J o s é   O r t í z   f u e   c a p i t á n   d e l   r e g i m i e n t o   d e   l o s   m o r a d o s

 L o   q u e   l a   m o t i v o   f u e r o n   l o s   p r o b l e m a s   d e   l a   c l a s e   s o c i a l   c r i o l l a ,   d e   l a   c u a l   e r a   d e s c e n d i e n t e

 L o   q u e   o b t u v o   a l   f i n a l   f u e   u n a   p r o p o s i c i ó n   a   u n   e n   l a   c o r t e   c o m o   d a m a   d e   h o n o r   d e   A n a  
D u a r t e   d e   I t u r b i d e ,   e l   c u a l   r e c h a z o   p o r   i d e a l e s   d e   l a   g u e r r a

(Valladolid, hoy Morelia, México, 1768 - Ciudad de México, 1829) Patriota mexicana y heroína de la independencia de México, conocida también por el apodo de la Corregidora de Querétaro.
Nacida en el seno de una familia de españoles de clase media, Josefa Ortiz de Domínguez fue bautizada el 16 de septiembre de 1768 con los nombres de María de la Natividad Josefa. Su padre, Juan José Ortiz, fue capitán del regimiento de los morados y murió en acción de guerra, cuando ésta contaba con pocos años de edad. Tras la muerte de su madre, María Manuela Girón, se hizo cargo de su educación su hermana María, la cual solicitó su ingreso en el Colegio de San Ignacio de Loyola.
Durante los años que permaneció en el colegio aprendió a leer, escribir y nociones básicas de matemáticas, además de lo que se consideraba en la época que debía aprender una señorita de su clase social, de este modo aprendió a bordar, coser y cocinar.

Josefa Ortiz de Domínguez
En el año 1791 contrajo matrimonio con el Miguel Domínguez, el cual en aquellos años trabajó en la secretaria de la Real Hacienda y en la oficialía del virreinato de Nueva España. Gracias a sus buenas relaciones con el virrey Félix Berenguer de Marquina, Miguel Domínguez, fue nombrado Corregidor de Querétaro en el año 1802. Durante estos primeros años de matrimonio, Josefa por su parte se hizo cargo de las labores domesticas y de la crianza y educación de los dos hijos de su esposo, puesto que Miguel era viudo cuando contrajeron matrimonio. Todo parece indicar que la pareja fue feliz y durante los años que permanecieron casados tuvieron doce hijos.
Además de estas labores domésticas, Josefa Ortiz de Domínguez se mostró muy identificada con los problemas de la clase social de los criollos, a la cual pertenecía por ser descendiente de españoles; ya que a pesar de las reformas realizadas tras la llegada de los Borbones a España (1700), se perpetuó la tradición de que fueran españoles, nacidos en la península, los que ocuparan los altos cargos de la administración virreinal y del ejército, relegando así a los criollos a los puestos secundarios.
Josefa defendió sus intereses de clase y también se hizo eco de las reivindicaciones de indios mexicanos, los cuales vivían en condiciones lamentables. Por este motivo durante toda su vida, intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y además aprovechó su posición, como mujer del corregidor, para llevar a cabo numerosas obras de caridad.
En 1808 se produjo la invasión napoleónica de España, la cual tuvo como consecuencia el inicio de la guerra de la Independencia y la formación de las juntas de gobierno, ante la ausencia de Fernando VII. Las noticias llegadas de España en 1808 parece que iniciaron el movimiento independentista de México, ya que tras las primeras muestras de apoyo al rey comenzó a fraguarse en algunas mentes la idea de separarse totalmente de España.
Tras un intento fallido del virrey para formar una junta de gobierno independiente se produjeron las primeras conspiraciones destinadas a acabar con el orden establecido. Miguel Domínguez, como corregidor, apoyó al virrey en su decisión de formar una Junta de gobierno, pero ante la imposibilidad de llevar estos planes a la práctica, se hizo partidario de los ideales independentistas, parece que a instancias de su mujer, que se convirtió en una firme colaboradora del movimiento.
Así, tras los primeros momentos de confusión, cada vez se hizo más claro para muchos, la necesidad de construir en México un Estado en el que imperaran los valores democráticos. Esto influyó notablemente en el matrimonio Domínguez, que abrió su casa a unas hipotéticas reuniones literarias, aunque en realidad se mantenían reuniones de carácter político, con posterioridad en ellas se tomarían decisiones para iniciar el movimiento revolucionario en la zona, bautizado tiempo después como la conspiración de Querétaro.
A estas reuniones políticas en casa de los corregidores, acudieron algunos de los más famosos revolucionarios de los primeros momentos de la independencia mexicana, como es el caso de los capitanes Arias, Aldama e Ignacio Allende, el cual parece que fue pretendiente de una de las hijas de Josefa.
El 13 de septiembre de 1810 se informó al juez eclesiástico Rafael Gil de León, que se estaba preparando una conspiración en Querétaro para proclamar la independencia de México, puesto que se estaban almacenando armas en las casas de los simpatizantes del movimiento revolucionario. Rápidamente dicho juez informó al corregidor Domínguez para que interviniera en el asunto.



O r g a n i z a c i ó n

 J o s é   M a r í a   M o r e l o s   y   P a v ó n  
D e   c l a s e   m e d i a

 E s t u d i o   g r a m á t i c a   l e t r a s   e n   e l   c o l e g i o   d e   S a n   N i c o l á s ,   f u e   s u   r e c t o r   d o n   M i g u e l   H i d a l g o   y 
 C o s t i l l a

 S u   p a d r e   M a n u e l   M o r e l o s   e r a   c a r p i n t e r o

 T e n í a   u n a   c a r r e r a   s a c e r d o t a l   y   s e   e n c a r g o   d e   h a c e r   c a m p a n a s   d e s p u é s   d e   l a   m u e r t e   d e 
 d o n   H i d a l g o

 P e n s a b a   u n i r s e   a   l a   m i s i ó n   d e   d o n   H i d a l g o ,   y   e s t e . l e   c o m i s i o n ó   i r   e n   b u s c a   d e   t r o p a s



(José María Morelos y Pavón; Valladolid, actual Morelia, 1765 - San Cristóbal Ecatepec, 1815) Religioso, político y militar mexicano, caudillo de la independencia de México. Asumió el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte en 1811 del cura Hidalgo (a cuya causa se había unido en 1810) y logró importantes victorias en el sur. Trató además de dar forma política a sus ideales de justicia e igualdad a través del Congreso de Chilpancingo (1813), que formuló la declaración de independencia, otorgó a Morelos un amplio poder ejecutivo y puso las bases para una Constitución liberal y democrática que sería aprobada en 1814.
José María Morelos era hijo de Manuel Morelos, carpintero de ascendencia india y de Juana María Pérez Pavón, criolla, cuyo padre había sido maestro de escuela en la ciudad. Durante catorce años, además de las primeras letras que le enseñó su madre, sólo se sabe que ayudó en lo que pudo para el sostenimiento de la familia.

José María Morelos
La muerte del padre en 1779 significó un importante cambio. Confiado a la custodia de su tío Felipe Morelos, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán (Michoacán) y se dedicó primero a la labranza y, poco después, a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar los ricos cargamentos de mercancías entre el puerto de Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México. Esta actividad le proporcionó unos ingresos regular, que el joven Morelos invertía en comprar mulas y sostener a su madre y hermana.
Así vivió hasta cumplir los 25 años; en 1790, ante la insistencia de su madre, que deseaba su ingreso en la carrera eclesiástica con la ilusión de que accediese a una capellanía o beneficio dejado por su bisabuelo materno, se separó de su tío Felipe y regresó a Valladolid para ingresar en el colegio de San Nicolás. Allí tuvo ocasión de conocer al rector Miguel Hidalgo y Costilla, con el que coincidió durante dos años. Estudió gramática y latín y dos años más tarde amplió estos estudios en el Seminario Tridentino de la misma ciudad, recibiendo instrucción en retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México.
Poco después solicitó de la jerarquía eclesiástica de Valladolid que se le confiriesen la tonsura clerical, las cuatro órdenes menores y el subdiaconato, lo que consiguió a finales de ese mismo año. En abril de 1796 aceptó una oferta del cura de Uruapan para enseñar gramática y retórica a los niños del lugar, tras recibir la licencia correspondiente. Tras algunos años de ejercicio, el 20 de diciembre de 1797, cumplidos los 32 años de edad, fue promovido al sacerdocio, otorgándosele licencias para celebrar misa, oír confesiones y predicar en Uruapan y curatos vecinos.
Se iniciaba así una larga carrera sacerdotal que le llevó a ejercer de cura párroco, primero en un marginado distrito de Churumuco, etapa durante la cual falleció su madre en Pátzcuaro. Morelos permaneció en Churumuco durante poco más de un año, hasta que en marzo de 1799 se le transfirió a la parroquia de Carácuaro, a unos 50 kilómetros de distancia, tan pobre como la anterior pero mucho más poblada. En Carácuaro vivió Morelos toda una década, administrando la parroquia y viviendo de las aportaciones de sus feligreses, que se resistían por todos los medios al pago de los impuestos eclesiales.
Durante este periodo mantuvo y mejoró un negocio de ganado que había iniciado en la época de arriero, administró la herencia de su madre, transfirió a su hermana la casa familiar (actualmente Casa de Morelos en la ciudad de Morelia) y tuvo dos hijos ilegítimos. Más tarde, durante el periodo revolucionario, tuvo dos hijos más. En 1807 compró en Valladolid una casa a la que aumentó otro piso en 1809, sin que se tenga la menor certeza de que le llegara noticia alguna de que se estaba preparando una revolución. Bien es cierto que los historiadores señalan la creciente insatisfacción y en todo caso la frustración de Morelos, acumulada a lo largo de muchos años de cura parroquial.
En octubre de 1810, conocedor del levantamiento de Miguel Hidalgo, que había sido su rector en San Nicolás, decidió visitarle y hablar con él. Al parecer, su intención era la de ofrecerse como capellán, pero una vez llevado a cabo este encuentro el 20 de octubre, Hidalgo lo convenció de que aceptara una misión más importante: marchar a la costa del sur, reunir tropas y tomar el puerto de Acapulco, que Morelos conocía muy bien. El 25 de octubre, acompañado de una veintena de voluntarios mal armados, Morelos partió de Cuarácaro hacia las tierras calientes del sur, en calidad de lugarteniente de Hidalgo.
La actividad insurgente de Morelos duró cinco años, a lo largo de los cuales fue capaz de desarrollar cuatro campañas militares, además de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge un pensamiento avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social. Se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, y capaz de enfrentarse y doblegar en varias ocasiones a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible Félix María Calleja.


 N i c o l á s   B r a v o

D e   c l a s e   a l t a

 E s t u d i o   u n a   c a r r e r a   m i l i t a r   e n   G u e r r e r o   b a j o   e l   t u t e l o   d e   H e r m e n e g i l d o
 G a l e a n a   y   J o s é   M a r í a   M o r e l o s  

 S u   p a d r e   L e o n a r d o   B r a v o   e r a   u n   m i l i t a r

 F u e   e l   p r i m e r   p r e s i d e n t e   d e   M é x i c o


(Chilpancingo, 1776 - id., 1854) Militar y político mexicano que fue presidente de la República entre 1842 y 1843 y en 1846. Fue hijo de un rico hacendado criollo, en un ambiente de rechazo crítico a las actuaciones de la corona en Nueva España.
Su padre Leonardo y un hermano suyo participaron en los primeros levantamientos insurgentes, por lo que en 1810, en plena juventud, Nicolás Bravo decidió incorporarse a las fuerzas rebeldes mandadas por su padre, pasando en mayo del año siguiente a servir a las órdenes de Hermenegildo Galeana, líder insurgente en el vecino Estado de Morelos. Participó en diversas acciones, tanto en su tierra natal (actuando en la vanguardia del ataque al pueblo de Chichihualco, donde tenía la hacienda su familia) como en el Estado de Morelos, pero también extendió sus correrías hasta Veracruz, distinguiéndose en la defensa de Cuatla, a las órdenes del general Morelos.
En el desarrollo de estas acciones, Nicolás Bravo adquirió la reputación de soldado "generoso y magnánimo" (según don Lucas Alamán), al perdonar la vida y otorgar la libertad a los 300 soldados realistas que en agosto de 1812 habían caído en su poder en San Agustín del Palmar, cerca del puerto de Veracruz. Se dio la coincidencia de que poco después recibió la noticia de la prisión de su padre y la oferta de indulto del virrey si se arrepentía y presentaba. Nicolás Bravo decidió liberar a los presos en lugar de fusilarlos, para diferenciar la causa de la Independencia de la barbarie virreinal, según relato del mismo a Lucas Alamán. Algunos autores llamaron a este gesto "la venganza de Bravo".
Fue uno de los oficiales que mayor prestigio y victorias ofreció a los seguidores de José María Morelos, al que acompañó en la toma de Oaxaca y en el sitio de Acapulco. Acantonado en Chilapa, siguió desde las tierras del sur las vicisitudes de la insurgencia y la convocatoria del Congreso en Chilpancingo, donde apoyó el nombramiento de generalísimo a favor de Morelos, su caída posterior tras la derrota de Valladolid y la dispersión del Congreso.
En los primeros meses de 1817, siguiendo órdenes de la Junta de Xauxilla, arrestó a Ignacio López Rayón, que se negaba a obedecer la autoridad de la Junta. Poco después se encerró en Cóporo, que defendió durante algunos meses. Finalmente, se retiró a reponerse y descansar en la hacienda familiar, cercana a Chilpancingo, donde fue hecho prisionero a comienzos de 1818. Trasladado a la ciudad de México, permaneció en prisión hasta que, con motivo del cambio de régimen y el triunfo constitucional, le llegó el indulto en 1820.
Adherido al Plan de Iguala, reunió una fuerza militar con la que se presentó ante la ciudad de Puebla, sitiada por el general Agustín de Iturbide.Tras esta acción Iturbide le concedió el rango de coronel del ejército republicano. Nombrado Consejero de Estado y miembro de la segunda Regencia del 11 de abril al 18 de mayo de 1822, asistió a la llegada del virreyJuan O'Donojú y participó en los primeros enfrentamientos políticos que precedieron a la exaltación de Iturbide como emperador.
Republicano convencido, se opuso sin embargo en 1823 a las pretensiones del nuevo mandatario y, junto con Vicente Guerrero, dirigente del ala más liberal de la insurgencia, escapó de la capital y se adhirió a la revuelta encabezada por Santa Anna en Veracruz. Se enfrentó con Guerrero al brigadier Armijo y fue derrotado en la batalla de Almolonga (25 de enero de 1823), entre Chilapa y Tuxtla. Tras numerosas acciones, formó con Antonio León una Junta de Gobierno en Oaxaca e hizo su entrada en Puebla, al frente del ejército llamado "libertador". Unido a los demás líderes republicanos, consiguió la renuncia del emperador a comienzos de 1824.
En la división política que siguió a la deposición de Iturbide, Nicolás Bravo fue considerado uno de los primeros dirigentes de la masonería escocesa, conservadora y centralista, frente a los grupos seguidores del embajador Joel R. Poinsett, adheridos al rito yorkino, federalista y radical. Tras la aprobación de la Constitución, el congreso lo nombró miembro del poder ejecutivo que sucedió a Iturbide, cargo en el que cesó el 1 de octubre de 1824, al producirse la subida al poder de Guadalupe Victoria, que lo designó vicepresidente. Representaba a la facción moderada, inclinada hacia una solución borbónica y monárquica; y al cancelarse los artículos del Plan de Iguala que abogaban por ella, encabezó el partido conservador, que pretendió instaurar una República indivisible y centralista.
Siendo vicepresidente de la República, encabezó en 1827 la rebelión conservadora en apoyo de Gómez Pedraza frente a Guadalupe Victoria, tenido por excesivamente radical, solicitando al mismo tiempo la expulsión del embajador Poinsett. Bravo se enfrentó a Guerrero, pero fue derrotado y hecho prisionero ante la ciudad de Tulancingo, por lo que se le sometió a un gran jurado que solicitaba la pena capital. Sin embargo, el Tribunal Supremo, a petición de sus numerosos seguidores, aceptó la indulgencia del presidente Victoria, que le conmutó la pena por el destierro temporal. Exiliado en Guayaquil (Ecuador) durante algunos meses, regresó al país tras la amnistía de 1829.
Al producirse ese mismo año el nombramiento de Vicente Guerrero como segundo presidente de la República, Nicolás Bravo consiguió que la vicepresidencia recayera en uno de sus partidarios, el general Anastasio Bustamante. Se iniciaba de este modo una de las crisis más graves del nuevo estado, ya que Bustamante encabezó una revuelta política contra el presidente; era la expresión de una profunda división entre ambos partidos, que acentuó la quiebra institucional. Con el apoyo de Lucas Alamán, líder indiscutible del partido conservador, Bravo ocupó el puerto y la fortaleza de Acapulco, de la que fue posteriormente desalojado; sin embargo, en enero de 1831 logró vencer en Chilpancingo a las fuerzas de su antiguo compañero de armas. Por esta acción el congreso le otorgó una espada de honor, considerando esa batalla como decisiva para el triunfo de los conservadores sobre la revolución. El posterior asesinato de Guerrero vino a enturbiar la confirmación de aquella época de gloria.
En los dos años de gobierno alamanista, bajo la presidencia de Bustamante, Nicolás Bravo se mantuvo aislado y alerta en las tierras del sur. Atraído sin embargo por la causa del general Santa Anna, participó en alguna de sus acciones militares y obtuvo el mando del ejército del Norte, a pocos meses de los desgraciados sucesos ocurridos en Texas y de la derrota de Santa Anna. Inmediatamente después volvió a retirarse a Chilpancingo, donde permaneció algunos años.
En 1839 el general y dictador lo llamó nuevamente para que asumiera, en ausencia del presidente Bustamante, la presidencia del Consejo, jurando el 10 de julio ante el Congreso como presidente interino de la República, en medio de un gran escándalo. Durante los diez días que duró su mandato, se dice que atendió diligentemente a los asuntos de gobierno y que actuó con energía en la represión de la delincuencia. Tras su cese, regresó algunos meses a su hacienda familiar.
Elegido diputado por el Estado de México, volvió al Congreso en enero de 1841 y fue elegido presidente del Consejo, en sustitución y por ausencia del general Santa Anna, tomando posesión el 26 de octubre de 1842. A pesar de su enfrentamiento con un Congreso de mayoría liberal, que pretendía la redacción de una nueva Constitución, gobernó con decisión y energía, llamó a Lucas Alamán para que redactara un "Plan para el desarrollo de la industria nacional" y ordenó la instalación en toda la república de Juntas de fomento comercial e industrial.


 R e s i s t e n c i a

 F r a n c i s c o   X a v i e r   M i n a

D e   c l a s e   m e d i a   b a j a

 E s t u d i o   l a t í n ,   m a t e m á t i c a s   y   h u m a n i d a d e s   e n   P a m p l o n a ,   E s p a ñ a  

 S u s   p a d r e s   J u a n   M i n a   y   M a r í a   L a r r e a   s e   d e d i c a b a n   a l   l a b r a d o

 E r a   e l   g e n e r a l   d e   l a   d i v i s i ó n   a u x i l i a r   d e l   c o n g r e s o   m e x i c a n o

 L o   q u e   l o   m o t i v o   a   u n i r s e   a   l a   g u e r r a   f u e   l a   i d e n t i f i c a c i ó n   q u e   h a l l ó   e n t r e   l a   l u c h a   d e   l o s 
 i n d e p e n d e n t i s t a s   c o n   e l   c o m b a t e   a l   a b s o l u t i s m o

 F u e   f u s i l a d o   e l   1 1   d e   s e p t i e m b r e   d e   1 8 1 7

(Francisco Xavier o Javier Mina; Idocín, 1789 - México, 1817) Guerrillero español. Destacó en los dos asedios franceses de Zaragoza. Unido a su tío, el general Espoz y Mina, formó una guerrilla y luchó sin cesar contra los invasores en Navarra, Aragón y La Rioja, hasta caer prisionero en el asedio de Labiano (1810).
Disconforme con el absolutismo de Fernando VII, después de un fallido alzamiento contra Fernando VII marchó a Londres, de donde pasó a México a luchar por su independencia. En 1815, agentes de la insurgencia mexicana en Europa, entre los que se encontraba fray Servando Teresa de Mier, se pusieron en contacto con el liberal español, que decidió armar una expedición. El 15 de abril de 1817 desembarcó en Soto la Marina, donde leyó una proclama a los americanos.
Mina identificaba la lucha de los independentistas con el combate al absolutismo; en México, sin embargo, los insurgentes ya no luchaban por la Constitución de Cádiz, y su iniciativa despertó la desconfianza de algunos. La expedición no duró mucho; en 1817, Mina fue derrotado y hecho prisionero en el rancho El Venadito, cerca de Guanajuato. Fue fusilado el 11 de noviembre de 1817.

G u a d a l u p e   V i c t o r i a   ( J o s é   M i g u e l   R a m ó n   A d a u c t o   F e r n á n d e z   F é l i x )

D e   c l a s e   a l t a

 E s t u d i ó   l i c e n c i a t u r a   e n   d e r e c h o   c a n ó n i c o   y   d e r e c h o   c i v i l   e n   S a n   I l d e f o n s o  

 F u e   e l   p r i m e r   p r e s i d e n t e   d e   M é x i c o

 S e   u n i ó   p o r u r   s e   e n c o m e n d ó   a   l a   V i r g e n   m o r e n a   y   l u c h o   p o r   l a   V i c t o r i a   d e   l a   c a u s a
  i n s u r g e n t e

 O b t u v o   l a   c o m a n d a n c i a   g e n e r a l   d e   V e r a c r u z

Militar e independentista mexicano (Tamazula, Nueva Vizcaya, 1786 - San Carlos de Perote, 1846). Su verdadero nombre era José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix y creció con su tío el cura de Tamazula, Agustín Fernández. Estudió en el Seminario de Durango y en el colegio de San Ildefonso de México.
En 1812 se sumó a las fuerzas insurgentes de Hermenegildo Galeana y cambió su nombre por el de Guadalupe Victoria, pues se encomendó a la Virgen morena y luchó por la victoria de la causa insurgente. Destacó durante la toma de Oaxaca y se unió a la tropa de Nicolás Bravo en Veracruz. Se dedicó a controlar el paso del puente del Rey, por el que se hizo famoso debido a sus exitosos asaltos a convoyes militares.
Por ello fue ascendido a coronel y se encargó de la campaña de Veracruz. Defendió los puertos de Nautla y Boquillas de Piedras, aunque los realistas consiguieron recuperarlos más tarde. Victoria inició una estrategia de guerra de guerrillas con ataques breves pero fulminantes. Además organizó un gobierno en el territorio que dominaba, fijó impuestos para el sostenimiento de la guerra, nombró jueces y las condiciones para la creación de una fuerza marítima. Logró asediar y aislar las ciudades de Córdoba, Orizaba y Jalapa.



 C o n s u m a c i ó n  


 A g u s t í n   d e   I t u r b i d e

D e   c l a s e   a l t a

 E s t u d i o   e n   e l   s e m i n a r i o   d e   V a l l a d o l i d   ( a c t u a l   M o r e l i a )

 S u   p a d r e   f u e   u n   t e r r a t e n i e n t e   e s p a ñ o l  

 F u e   e l   p r i m e r   e m p e r a d o r   d e   M é x i c o  

 P o  r   n o   p o d e r   s o f o c a r   l a   i n s u r r e c c i ó n   d e   G u e r r e r o   d e c i d i ó   u n i r s e   a   é s t a

 O b t u v o   e l   e x i l i o   d e   E s p a ñ a ,   y   a l   d e s c o n o c e r   e s t o   f u e   a r r e s t a d o   a   s u   l l e g a d a   y   f u s i l a d o


(Valladolid, actual México, 1783 - Padilla, id., 1824) Militar y polítco mexicano. Hijo de un terrateniente español y una criolla noble, Agustín de Iturbide se enroló en el ejército realista a la edad de catorce años. Se negó a participar en la insurrección contra los españoles, dirigida por el cura Hidalgo, y defendió la ciudad de Valladolid contra las fuerzas revolucionarias; su notable actuación le valió el ascenso a capitán.
Con este nuevo grado, Agustín de Iturbide combatió a las guerrillas indígenas, y acabó por capturar a Albino Licéaga y Rayón, logro que le valió un nuevo ascenso. Posteriormente, fue nombrado comandante general de la provincia de Guanajuato, donde se distinguió por su implacable persecución de los rebeldes. Diversas acusaciones (abuso de autoridad y malversación) propiciaron que el virrey Calleja lo destituyera, pero fue absuelto de todos los cargos gracias al apoyo del auditor Bataller.
Con treinta y siete años fue nombrado comandante general del Sur y se le encomendó la tarea de sofocar la insurrección de Guerrero, una de las últimas que continuaban en liza. Al no conseguirlo, se reunió con éste y, juntos, presentaron el denomindo Plan de Iguala, en el que se proclamaban tres garantías: la independencia de México, la igualdad de derechos para españoles y criollos y, por último, la supremacía de la Iglesia Católica. Rápidamente, el ejército trigarante pasó a dominar todo el país. En vista de ello, el nuevo representante del rey de España, Juan O'Donojú, firmó el tratado de Córdoba, por el que se reconocía la independencia de México.
Un año más tarde, Iturbide se autoproclamó emperador (Agustín I), si bien muy pronto hubo de enfrentarse a una conspiración de carácter republicano. Decidió entonces disolver el Congreso y nombró una Junta que actuaba por completo a su servicio. En contra de estas medidas, el gobernador de Veracruz, el general Santa Anna, resolvió proclamar la República, e inmediatamente recibió el apoyo de otros generales, e incluso de las tropas que en principio debían acabar con la revuelta. Por último, Iturbide se vio obligado a abdicar. Se exilió en Europa (1823) y un año después volvió a su país, ignorante de que allí había sido condenado a muerte. Detenido a su llegada, fue fusilado a la edad de cuarenta y un años.

 V i c e n t e   G u e r r e r o

D e   c l a s e   m e d i a   a l t a

 R e c i b i ó   u n a   e d u c a c i ó n   c o m p l e t a   e n   s u   c i u d a d   n a t a l   a   t r a v é s   d e   p r o f e s o r e s   p a r t i c u l a r e s

 S u s   p a d r e s   s e   d e d i c a b a n   a l   t r a b a j o   d e l   a r r e o

 F u e   u n   m i l i t a r   y   e l   s e g u n d o   p r e s i d e n t e   d e   M é x i c o

 F u e   t e s t i g o   d e l   a r r i b o   d e   l a s   t r o p a s   d e   M o r e l o s   e   I s i d o r o   M o n t e s   d e   O c a ,   s i e n d o   a h í  
c o n v e n c i d o   d e   u n i r s e   a l   m o v i m i e n t o

 S u   f r a s e   " M i   p a t r i a   e s   p r i m e r o " ,   e s   e l   l e g a d o   d e l   e s t a d o   d e   G u e r r e r o ,   l l a m a d o   a s í   e n   s u
  h o n o r

Militar y revolucionario mexicano (Tixtla, actual Guerrero, 1783 - Cuilapan, 1831). Vicente Guerrero provenía de una familia de campesinos y arrieros de origen mestizo.
En 1811 tuvo contacto con Hermenegildo Galeana, quien lo convenció para que se uniera al movimiento independentista, pues había sido enviado por José María Morelos para tomar Taxco. Morelos reconoció los méritos de Guerrero y le otorgó el grado de capitán, ordenándole instruirse en el manejo de las armas, fabricación de pólvora, estrategias de guerra, etc.
En 1812 tomó parte en la conquista de Oaxaca, y de nuevo por su demostración continua de valor fue ascendido a teniente coronel. Comisionado por Morelos para que reforzara la zona costera del sur, Vicente Guerrero conquistó Puerto Escondido, Santa Cruz de Huatulco y participó en la toma de Acapulco.
En 1814, Guerrero y su ejército escoltaron a los miembros del Congreso a Tlacotepec para darles seguridad, y después fue enviado a la mixteca como apoyo a las fuerzas insurgentes de Juan N. Rosáins y Ramón Sesma. Su táctica consistía en ataques sorpresivos y rápidos, lo cual le dio gran fama por su efectividad.
En 1815, con la aprehensión y fusilamiento de Morelos, Guerrero se replegó a la sierra del Sur. Los jefes insurgentes Rosáins y Sesma aceptaron el indulto del gobierno. El virrey Apodaca intentó coaccionar a Guerrero, valiéndose de su padre, para que también lo aceptara él, pero se negó. En 1818 Guerrero, reconocido como general en jefe del ejército del Sur, mantenía contacto con Pedro Ascencio, en la zona de Iguala y Taxco.



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